sábado, 21 de junio de 2008

Obama, virtual candidato.
Por: Anselmo Bautista López.



Ahora que Barak Obama es el virtual candidato demócrata para llegar a la Casa Blanca, tiene muchos retos por delante sobre todo el de estar informado sobre la economía estadounidense, la ocupación militar en la nación árabe irakí e inmigración. Es menester que conozca su entorno y su situación, sobre todo el de América Latina del cual desconoce hasta los nombres de los Presidentes quienes serán sus homólogos. Esto es inconcebible para una persona que aspira a la Presidencia de los Estados Unidos, lo cual comenzó a producirme sospechas.

Supongo que no hay que preocuparse aún ante estos descuidos. No sería el primero ni el último en llegar a la Silla Presidencial y enfrentarse con la realidad. Y es que una cosa es estar informado desde afuera con la CNN, NewsWeek, New York Times; y otra, estar informado desde adentro: CIA, FBI, ARMY, etc.

Mucho se habla de que si Obama llegara a ocupar el cargo máximo será el primer hombre negro en hacerlo. Esto es histórico, pero yo no le encuentro nada de extraordinario ni raro en el hecho de que un negro por vez primera dirija la Casa Blanca en toda la historia de Estados Unidos, a menos que se vea como el triunfo final de la lucha histórica de la raza negra contra la opresión y ataques raciales que ha sufrido desde tiempos memoriales.

No sé en realidad por qué ese escándalo ocasionado por el simple hecho de que Obama sea negro. Es como si vieran en él la prueba tangible y contundente de la Teoría de la Evolución; el eslabón perdido.

Hacer bulla de que un negro puede ser por vez primera presidente de la República de los Estados Unidos, es demostrar el escandaloso racismo, maniqueísmo, superstición de los blancos, pero sobre todo su tendencia separatista de grupos.

Por tanto, mucho me preocupa de que la vida de Obama pueda correr peligro. Recordemos la suerte de Martin Luther King y la de John Figerard Kennedy, asesinados por subterráneos intereses.

No concibo el asesinado de ningún Presidente o un candidato a la presidencia sino es corrompiendo las barreras de su seguridad. No son descuidos donde un furtivo asesino logre su objetivo.

No desconocemos que el racismo en Estados Unidos posee casi los arreglos de una de devoción religiosa, donde a los inquisidores no les importa encontrar herejes sino a quién quemar. Ojalá y no seamos testigos de un evento similar, que por supuesto, no será por motivos de racismo, sino por toda la simbología que Barak representa.

Obama podría no ser el mejor Presidente, pero a diferencia de Bush que con sus fantasmas bélicos que bien podría poner al planeta en el umbral de una Tercera Guerra Mundial, lo mismo que McCain, Obama va sobre la cordura y el diálogo, a pesar de que está dispuesto a fortalecer la frontera quizá con más bardas.

Estoy de acuerdo en que Obama quiera reforzar la seguridad en la frontera siempre y cuando abra el camino a la ciudadanía a mis compatriotas que se encuentran como inmigrantes ilegales y se deje de cazarlos como conejos, y mejor aún, se deje de arrestarlos como si fueran peligrosos criminales sólo porque buscan mejorar la economía de sus familias. Hoy en día los Tribunales estadounidenses procesan a más personas que han violado leyes migratorias que criminales.

Lo que sí me parece insensato de Obama es que se encuentre en la línea de evitar que los ilegales obtengan servicios de salud hasta en tanto no se les conceda la ciudadanía, pues el hecho de que los ilegales hayan violado leyes migratorias (la cual puede ser reparada con una sanción pecuniaria) no significa que ahora se les viole a ellos sus derechos humanos, como negarles el acceso a hospitales, arrendar un techo para dormir o negarles la oportunidad de servir como fuerza productiva. Estas medidas contra los ilegales denigran la dignidad humana reflejando la bajeza del espíritu humano irracional e insensible.

La fuerza laboral productiva de los ilegales representa un brazo importante para la economía de Estados Unidos. Negarles trabajo es poner más en aprietos las finanzas de esa nación y en el peor de los casos es poner al borde de la quiebra varios negocios.

Seamos honestos y digamos que los ilegales hacen el trabajo “sucio” que los gringos se niegan hacer. El mismo Bush lo reconoció. La fuerza productiva de Food City, por ejemplo, es en su mayoría, ilegal. El consumidor potencial de Wal-Mart es el ilegal. La agricultura es trabajada por ilegales. Todas esas unidades habitacionales que surgieron de la noche a la mañana fueron levantadas por ilegales. El césped lo corta el ilegal. Las casas son reparadas y pintadas por ilegales. Las fábricas viven de los ilegales. Hasta los periódicos comen de los ilegales como tema del pan de cada día.

El presupuesto no alcanza para dar servicio de salud a todos, lo raro es que sí haya presupuesto para levantar bardas, para enviar soldados a Irak, y para lanzar una amenaza bélica entre líneas a Irán. También hay presupuesto para enviar buques y submarinos al pacífico en los limítrofes marítimos de México. Hay presupuesto para perseguir a los ilegales. Hay presupuesto hasta para regalar a otro país como ayuda en su lucha contra el crimen organizado. Hay presupuesto para todo a pesar de la recesión que sufre el país del norte, pero no lo tiene para ofrecer el servicio de salud; no lo tiene para mejorar la educación; no lo tiene para crear una política migratoria digna y abrirles las puertas a los ilegales que en lugar de restar, les suma, les da acumulación.

Todo el dinero gastado en corretear a los ilegales es poca cosa en comparación con lo que ellos les producen. De alguna manera se ha decidido tirar dinero a la basura en lugar de invertirla en fuerza productiva, en expandir fuentes de trabajo, o por lo menos en agilizar los trámites de aquellos que califican para la ciudadanía.

Siempre he pensado que Estados Unidos, en comparación con México, piensa a la inversa. Tal vez por eso es que es una super potencia. Aún así, con todo ello también tiene sus niveles de pobreza, de analfabetismo y miseria que ha venido desatendiendo.

Durante más de un siglo Estados Unidos se ha empeñado en invadir territorios de manera directa (armas) o indirecta (deuda) con la finalidad de tomar control y mantener sometido al país, controlarlo para evitar su crecimiento. Este ha sido un error de cálculo por parte de los gringos.

La situación actual requiere que Estados Unidos necesite de vecinos latinoamericanos económicamente fuertes para hacer contrapeso a la Unión Europea que irremediablemente está devaluando el dólar con la acuñación del Euro.

Si Barak Obama es listo, pronto se dará cuenta de cómo solucionar los problemas emergentes que necesita USA para salir de la recesión, y que no es precisamente el camino que ha trazado en cuanto a materia de migración, economía y salud.

Anyway… prefiero a Obama que a McCain.

Saludos a todos.


--------------------------------------------------
Los invito a darse una vueltecita por:
http://sinopsisvital.home.services.spaces.live.com/
Libre de virus, libre de chingaderas.

El combate antidrogras.


El combate antidrogas.
Por: Anselmo Bautista López.

Algo inquietante, de pronto, ha pasado por mi mente. Hemos sido testigos de que las instituciones de impartir justicia y las encargadas de la seguridad pública han sido rebasadas por el crimen organizado. Si esto no fuera así, ¿por qué el Ejército ha tenido que intervenir frontalmente?

Nadie desconoce el hecho de que si el crimen organizado ha adquirido los niveles de poder actuales es porque han contado con los favores de funcionarios públicos y políticos que gozan del tráfico de influencias quienes eran los que dictaban quién trabaja y quién no y hasta cuando.

Así es como empezó la cosa. Pero esto no es lo que me desconcierta. Lo inquietante es que ya no son los funcionarios ni los políticos quienes dictan las reglas del juego. No. Esto se acabó. Ahora es el mismo crimen organizado quien tira las cartas y dice quien “debe” encubrirlo y quien muere. No se trata de si quieren o no. Se trata de que “coopela o cuellos” como dijera célebremente el chinito Chen Li Ye Gong.

En las ciudades donde hay mayor movimiento del narcotráfico, los policías municipales reciben de éste 50 míseros dólares a la semana por hacerse de la vista gorda y en su momento ejecutar alguna orden especial. Comandantes, directores, policías judiciales, ministerios públicos, agentes de tránsito y de ahí pa`rriba.

Funcionario público, desde el más chimuelo al más dientudo, que no le entre al aro, sencillamente es destituido a plomazos. Así de simple y pacífica está la cosa muy a pesar de todo el arsenal bélico movilizado en toda la República Mexicana.

Las tentaciones del poder que sugieren llevar una vida intocable con los bolsillos llenos de dinero, mujeres, vino y haste tú pa`llá y haste tú pa`cá, y tú vives y tú mueres, ha seducido inclusive a militares bien entrenados, ya no desertores sino en servicio, a participar directamente en la delincuencia organizada.

Ahora que el Ejército le ha entrado directamente al quite en los enfrentamientos, decomisos de armas y droga, detenciones, etc., se ha visto un avance que por demás es cuestionable.

Y digo cuestionable porque siendo el crimen organizado un grupo minoritario, el Ejército no ha podido acabar con él.

Y aquí viene la pregunta que me pone los pelos de punta. ¿Si el Ejército que posee el armamento necesario y personal capacitado no ha podido disminuir el tráfico de drogas ni a sus integrantes, podrá apaciguar un levantamiento subversivo con matices revolucionarios? ¿Podrá enfrentar con sus propios recursos una declaración de guerra con otro país como Guatemala por ejemplo?

Una de dos. El Ejército Mexicano carece del armamento necesario y personal capacitado. O bien, toda esa ostentación de la lucha contra los narcotraficantes es pura pantalla.

Se lo dejo de tarea.


--------------------------------------------------
Los invito a darse una vueltecita por:
http://sinopsisvital.home.services.spaces.live.com/
Libre de virus, libre de chingaderas.

jueves, 19 de junio de 2008

El mensaje del soccer.
Por: Anselmo Bautista López.

El fútbol soccer es el juego más popular en México y casi todo el mundo. Es un deporte que consiste en dos equipos que competirán entre sí, formados por 11 jugadores cada equipo. Ambos tendrán que disputarse una pelota haciendo uso de las habilidades de las piernas y pies. Gana puntos el que meta la pelota en la portería contraria. Esa anotación se llama ostentosamente: Gol.

Gana aquel que anote más goles. El juego se divide en dos tiempos de 45 minutos cada uno. Al término del primer tiempo los jugadores descansan 15 minutos y se hace el intercambio de portería.

En promedio un juego tiene una duración de dos horas.

Hay más reglas que no deseo abordar, pues el tema que quiero tratar consiste en el mensaje subliminal del fútbol soccer sobre sus bases principales que nadie desconoce y que han sido la causa por la cual en lo personal lo detesto.

En primer lugar me parece aburrido. En segundo, una pérdida de tiempo. En tercero, la carencia de goles. En cuarto, no he conocido deporte más sucio que el soccer: A los jugadores les deberían de llamar anti-deportistas.

Si bien es cierto que el soccer es un juego de estrategia aplicada a la dinámica del juego en el cual se busca como único fin la posesión mayoritaria del balón en pos de la meta contraria, también lo es que a pesar de tan bonita palabra (estrategia) no suceda nada interesante.

No es un deporte donde se produzcan lesiones involuntarias (rara vez accidental): Barridas con toda la intención de dislocarle el tobillo al contrincante; empujones; patada demasiado elevada; codazos a discreción; jaloneos; engaños.

Me parece un deporte cobarde que enseña a tirar la piedra y esconder la mano. En él se violan las reglas constantemente. El gol no es limpio, antes debió haber oculta una falta. La mayoría de los penaltis no son por error, sino por engaño del que lleva la pelota o con intención de herir por parte del contrincante.

Este es uno de los nefastos mensajes de tan popular deporte: ser cochino.

Dos o tres jugadores persiguiendo una pelota y el resto marcando a su rival: uno esperando el balón y el otro esperando quitársela. Al cabo de varios minutos y de un gran esfuerzo físico, monstruoso, extenuante a tal grado de tirar los bofes, disparan a gol y… todo para que no suceda nada. Demasiado esfuerzo y poco provecho.

Es un juego que no produce nada. La escasez de goles no es algo accidental, es la esencia del mismo. Este es su mensaje más peligroso. Es un deporte que educa a la privación, a la pobreza, a la insuficiencia.

En el peor de los casos no siempre se busca meter goles sino ganar tiempo. Cuando un equipo va ganando vemos cómo se niega a ir por la siguiente anotación. Pasea la bola de un lado a otro. Se enorgullece de tener el control total y ver como los otros se desesperan. Muy bien, eso es estrategia… de la más podrida. ¿Por qué no ir por más goles? ¿Temen perder la bola, que les consigan el empate y al cabo hasta perder el partido? ¡Qué gran enseñanza de productividad y riesgo! Jugadores que pudiendo hacer un David se conforman con picar piedra. El fútbol es la escuela de los mediocres. Cualquier burro sabe dar patadas.

En verdad (este es mi juicio), el fútbol es un deporte indigno como indigno es perder el tiempo mirándolo. Que se requiere mucha, bastante, demasiada condición física, no lo niego. Asombrado estoy de ello. En él se emplea bastante actividad, esfuerzo, coraje. La pregunta es, ¿para qué? ¿Para enseñar al espíritu a ser indigente? ¿Para lograr… definitivamente nada? Esto es lo que lo hace aburrido, enojoso, pedante, fatuo...

Es un juego para niños que apenas comienzan a contar. Uno, dos… ¿Cuál sigue mamá?

Es probable que yo no posea la creencia, la paciencia ni el temperamento necesario para apreciar o por lo menos soportar un deporte tal. No puedo crear en mí una mentalidad estacionaria, de alcantarilla, que reduzca al mínimo mi capacidad de pensar, ni tampoco puedo andar con una actitud defensiva como me lo sugiere el fútbol. Esa pobreza de goles es muy dañina para mi psique por los ocultos mensajes de improductividad, estática, defensiva, mediocre; sólo habla de volumen, no de calidad.

Ahora me explico por qué el fútbol soccer es el deporte más popular en México.

Prefiero ver una tara-novela de Televisa que ver y esperar eternamente a que metan un gol.

Aprecio los deportes donde hay anotaciones continuas como el Básquetbol o el Voleibol, e inclusive el box (menos cuando pelea el fofo del Kawachi).

Si he de ver a varios tipos corriendo por lo menos que sea en cien metros planos. Si he de ver como alguien se hecha un clavado para conseguir un penalti, mejor veo a un clavadista. Parece que el fútbol es la suma de todos los deportes y al final no es ninguno.

El día que este deporte tan odiado por mí deje de producir tantos fanáticos será el día del excepcionalismo, de la productividad, del cambio de mentalidad a otra de anotación, de suma, de acumulación y hasta de multiplicación.

No me hagan caso, estoy bien marihuano.

Hasta la próxima.

------------------------------------------------------------------------------------------------
Los invito a darse una vueltecita por:
http://sinopsisvital.home.services.spaces.live.com/
Libre de virus, libre de chingaderas.

miércoles, 18 de junio de 2008

Mi Eros.
Por: Anselmo Bautista López.

Escritor, tira la botella al mar,
ten confianza, no traiciones tu propia palabra,
aunque hoy no la lea nadie,
espera, desea, desea aunque no te quieran...

Carlos Fuentes.


En algún momento de mi vida, Eros de apoderó de mi alma. No había espíritu femenino que resistiera a mis atrevidas seducciones. Tanto que parecía pulga saltando de un pelaje a otro.

Llegó otro tiempo en que Eros me abandonó (quiero pero no puedo) o bien, lo fulminé (puedo pero no quiero).

Independientemente, nada me ha producido más melancolía que los amores de las mujeres que nunca tendré. Y es que como tantos, yo también he aspirado al poder que ejerce Donjuán, sobretodo al Donjuán de Lenau, que quiere poseer a todas las mujeres al mismo tiempo. O al Donjuán de Gautier, que expulsado del paraíso conserva en la memoria a su Eva sujetado a la perpetua búsqueda de la amante y madre perdida. O la imagen del Donjuán de Musset, esperando encontrar a la “mujer desconocida” entre cantinas y burdeles.

A pesar de todos los Donjuanes que literatos hayan descrito en sus obras, por más cualidades que les sumen, ninguno se le igual al Donjuán mexicano, cuya regla contundente reza: “Haber si es chicle y pega”.

Todo hombre, como Donjuán por definición, quiere hacer saber sus triunfos, quiere presumirlos, quiere ser envidiado. Y yo no quiero ser la excepción a la regla.

Hay una cosa que debo afirmar, y es que la vida nunca es generosa dos veces. En demasiadas ocasiones me he enterrado la daga yo mismo. Teniendo varias opciones en el horizonte con sólo estirar la mano, elijo el amor de una y gano el desprecio de otras. Más ese amor pende de un hilo. Basta un sospechoso número de teléfono para que caiga al vacío.

No hay derecho a herir a nadie. Jamás he querido herir a ninguna aunque siempre han salido lastimadas por causas ajenas a mi voluntad. Igual yo he salido herido, supongo, igualmente por causas ajenas a la voluntad de ellas. El caso es que siempre y después he terminado amorosamente intercambiando experiencias prácticas con otra.

También he recibido catedráticas lecciones muy importantes. Me había citado con una fugaz chica que conocí en el Chat. Se trataba de esos encuentros nada seguros. Antes de abandonar el motel, le sugerí que nos volviéramos a ver. Se negó. Tenía novio y pasaría, tal era su aspiración, el resto de sus días a su lado. Lo nuestro únicamente había sido curiosidad y deseo… pura distracción, según sus palabras.

En otra ocasión me echaron un balde de agua fría, ¿o hirviendo? Llevaba una semana distendiendo la cama con… ¡Va! El nombre no importa. La que sea. Una lujuriosa y activa noche se levantó con la sábana envuelta, se paró frente a mí, y antes de encender mi cigarrillo triunfal, me dijo: “¿Señor, lleva usted varios días de placer, algún día me lo dará a mí?”

No sólo me han abandonado por no poseer bienes o una pequeña riqueza, sino también por no ser lo suficientemente católico. Las hubo que me amaron por mí mismo, tal y como yo era. Hubo quienes llegaron a mí buscando una aventura o para matar su tedio, una curiosidad o fantasía. Otras, como palomas heridas quisieron hacer su nido en mis brazos extendidos. Han venido a mí con paciencia, bondad, rencor o venganza.

Siempre hubo las que no toleraban siquiera que mirara a otra, pero también estaban aquellas con las cuales podía regresar una y otra vez sin importar el número de infidelidades.

Confieso que me asustan las de naturaleza salvaje, inquietas, de sangre hirviendo, que saltan a su presa para destriparlo; que se comportan como un remolino donde mis tendones ya no son lo suficientemente elásticos para hacer imposibles acrobacias. Son como la reproducción de un instantáneo accidente donde al final uno se pregunta: ¿Sigo vivo?

De entre este ramillete de manjares, de todas ellas, la que me pareció más interesante, fue aquella que sabe guardar los secretos, la que no le comunica a nadie su vida sexual, ni a su amiga más íntima. Nadie me ha intrigado ni estimulado tanto que ese tipo de mujer. Incluso, me he llegado a sentir desmerecedor de sus favores, firmeza y lealtad.

En fin, que sacrificarse al amor es como sacrificar el amor mismo.

Poseer a muchas es algo así como fraternizar con el cosmos. Es darle a la vida su esencia primera. El principio de todo. También sobreviene de un sentido pretencioso, errante, cosmopolita, universal. Es como tener amigos dispersos por todo el mundo. Se acaba por ser de todas partes y estar en todas partes. La tragedia es que no se llega a ser de ninguna parte y no se está en ningún lado. Se termina por sentirse errante hasta en su propia tierra. Es así como el sexo nos dice que estamos vivos y a veces que estamos muertos.

Tratando de hacer una analogía con la literatura, si todo marcha bien, el sexo se expone a la imperfección; si todo va mal, tiende a la perfección. Ambas, literatura y sexo, son un prolongado aprendizaje que siempre está en riesgo latente de ser una porquería o ser una excelencia.

¿Pero, quién realmente es el Donjuán? El sexo opuesto también tiene su gusto por transmutarse en un donjuanismo femenino. Con certeza lo negamos. Negamos en la mujer que pueda ser persistente o que tenga “suerte”. Negamos su capacidad de conquista. Somos muy vanidosos o ciegos para verlo porque nos puede revelar nuestra oculta e irresistible debilidad por desear humildemente el abrazo de la madre, de la amante protectora descubriéndose asimismo el misterio de nuestra fragilidad delicadamente maquillada, oculta, negada.

Esa capacidad de seducción de la mujer nos encanta a los hombres, nos embriaga, nos transforma, anula nuestra capacidad de juicio, nuestro raciocino se quebranta. Es una incitación, un regalo, una locura.

El sexo –según San Agustín- es una araña peluda. Una tarántula que todo lo devora, un hoyo negro del que nunca sale el que entra a él. Ahora entiendo porqué mi madre siempre me decía cuando contestaba el teléfono: “Te habla una araña”.

Luis Buñuel pregonaba la castidad para aumentar el deseo. Para él, el sexo sin pecado es como un huevo sin sal. Quizá consideraba que en la abstención abunda el apetito sexual.

A veces vivimos con el sentido del Poder sobre la vanidad y el capricho femenino. No nos dejamos subyugar. Nuestra voluntad pretende imponerse a la primera muestra de sometimiento a través de la vanidad, capricho u orgullo femenino. Las tratamos de chiquillas insoportables, intransigentes, sin imaginación ni vigor de aventura, con principios pasados de moda. Cuando en realidad lo que queremos decirle es que no se dé golpes de santa cuando ya hemos pagado el motel. Nos imponemos: el harén no manda al eunuco, sino el sultán. O bien, nos mandan a la chingada.

Pero cuando se vuelven terriblemente débiles y dulces al suplicar uno se siente culpable de no darles gusto. Ésta es la forma más sutil de la mujer para dar órdenes y uno obedecerlas sin discusión.

La mujer es una fuente de pasión y ternura y nosotros los hombres demasiado orgullosos y afortunados para darnos cuenta.

Los poetas han hecho de la Luna una diosa romántica… las mujeres también.

¡Oh! Ángel de amor.
¿Es verdad que en esta apartada orilla
Más clara la Luna brilla
Y se respira mejor?

Cuando supe que el hombre “…dio un gran paso para la humanidad”, aquel 21 de julio de 1968, yo me pregunté, si ese satélite plateado puede seguir siendo la Diosa romántica después de que Neil Alden Armstrong dejó allí regada su mierda.

José Emilio Pacheco, poeta mexicano, hace una analogía entre un libro y una mujer. Dice que antes de comprar un libro lo abre al azar y mete su nariz entre las páginas, porque su olor es comparable al que se pueda hallar entre los senos o entre las piernas de una mujer.

Al fin y al cabo poeta. Personalmente nunca he tenido experiencia tan elevada.

Al paso del tiempo he construido mi Constitución del Afecto donde el artículo XI, párrafo tercero, dice:

“Todo lo que hagas será usado en tu contra. Discreción es tu principal defensa.”

Esto es que, la mujer algún día tendrá necesidad de atacar. Es quizá algo sustancial. Acumulan en la memoria nuestros yerros y los descargan cuando menos lo esperamos. No lo hacen defendiendo algo sino como una necesidad.

Yo, estupendo arquetipo de la generosidad, jamás les daría armas y municiones para que apunten a mi pecho.

Según Norman Mailer: “Las parejas modernas son un hombre, una mujer y un psiquiatra.”

Y es que el problema de toda pareja es dejar de inventarse. Dejan de imponerse retos imposibles. Se conformaron con el éxito primero desde el momento en que ella dijo: “Sí”. Se vuelven repeticiones fáciles protegidos por la seguridad. Han dejado de asumir riesgos compartidos. La mujer ha perdido su potencial imaginativo y de fantasía. Y el hombre por mantener su amor, termina por matarlo.

En cuanto a mi, los celos han matado mi amor más no mi deseo. Cuando la pasión es traicionada se odia a la que rompió el pacto de amor pero se le sigue deseando con la maldad carnal de los celos. Esto es lo trágico. Terminar con ese veneno intravenoso que no celebra nada y nos hace atole la panza. Transita por todo el cuerpo sin detenerse en ningún lugar. De la cabeza a las tripas, de aquí al inútil pene que ha quedado como pollo torcido. Ganas dan de quitarle sus medallas y ponerle una corona fúnebre.

Los celos no ansían demoler el cuerpo; quiere humillarlo, consumirlo, pudrirlo, traerlo pendejo.

Alguna vez he tenido que esconder mis celos, tragármelos como flemas que me saben a hiel para evitar compadecerme, para evitar que otro me compadezca. Pero sobre todo para evitar hacer el ridículo y no ser objeto de risa burlona. Otros dicen para cuidar el decoro.

Y todo queda en la ambigüedad, en el pudo ser y no fue, en cosa no resuelta. Todo abandonado al maravilloso reino de lo posible, exiliado al angustiante mundo del “hubiera”, a lo intolerable de las preguntas no contestadas. Quedamos expulsados de todo escenario que le de sentido a la vida.

De pronto aparece una luz que nos da algo de consuelo y libertad como queriéndonos convencer de nuestra superioridad, diciendo para nuestros adentros: “Mejor así que vivir con una lonjuda porosa dentro de una década”. Pero al pasar esos diez años, vemos que esa mujer se ve mucho mejor que la que tenemos. ¿Será que el hombre es la causa primera de la fodonguez femenina?

Pude crear una historia con la pretensión ingenua de poder liberar a todo el que estuviera en circunstancias amorosas desfavorables. Me pregunté si ello sería posible sin dañar a nadie. Recapitulé pronto y me abstuve de ello de inmediato.

Hacer un ensayo de la mujer es al mismo tiempo hacerlo del hombre. Y hablar de la mujer es hablar de mí mismo. Si la insulto, me insulto. Si la menosprecio, me menos precio. Si la trato como basura, es porque yo mismo soy basura. Si la amo, es porque necesito ser amado; si la acaricio es porque necesito caricias. Si la celo es porque me está cargando la chingada.

Dependo de la mujer. Vengo de una mujer. No nos queda otra salida más que enaltecerla sea cual haya sido su permanencia con nosotros: una madre, una hermana, una esposa, una hija, una amiga, una amante, una ramera.

Mi corazón está con ellas.
********

jueves, 5 de junio de 2008

Iniciativa Mérida.


Cocaína incauta de un pequero. Fuente EFE/

Como podrán ver no soy tan patriota como parezco, pero como dijera José José, “pido un aplauso para el amor”, y otro para Calderón que rechazó la “ayuda” pichicatera del Congreso de los Estados Unidos para combatir el tráfico de drogas. Con esto, Calderón se ha ganado puntos y simpatías de los mexicanos que les ha salido el patriota que llevan dentro pues ha defendido tajantemente nuestra soberanía.

Y es que las condiciones impuesta por el Congreso de Estados Unidos que aparentemente son muy humanitarias, no dejan de apestar a intervención.

¿Recuerdan la Iniciativa Colombia? Pues es la misma burra sólo que con otro nombre.
Los que estamos enterados (y ahora lo estará usted también querido lector) es que con este tipo de “ayuda” pegado con sus condiciones, la Casa Blanca puede controlar el ejército del país ayudado, la inteligencia, la lucha subversiva a la vez que va dando ciertos golpes espectaculares al comercio de la droga. Esto pareciera ser justo dentro de una cooperación bilateral en la lucha contra el narcotráfico.

Pero si es usted vivillo notará que a la Casa Blanca le importa todo menos disminuir el fenómeno global del crimen organizado y del comercio de la droga.

A pesar de todo el despliegue de recursos y de fuerza, a pesar de la “guerra frontal” contra el narcotráfico y el crimen organizado llevado a cabo en Colombia y otro tanto en México, el consumo de drogas en Estados Unidos goza de plena salud y sigue nadando sobre la blanca nieve como si fuera su elemento.

Si existe un país donde se consuma más droga que café ese es Estados Unidos. Si en verdad la buena voluntad estuviera puesta para combatir al narcotráfico, la lucha efectiva contra ésta se vería reflejada en la disminución del consumo de drogas. Evidentemente no es así, pues se muestra una tendencia a la alta.

Para aquellos que saben de lo que hablo, el Plan Mérida o Iniciativa Mérida es el reflejo exacto de la Iniciativa Colombia, pero también es como un espejo del Plan Marshall para Latinoamérica.

Lo que vemos es un interés de la Casa Blanca por capturar Estados para sus fines estratégicos menos para combatir al narcotráfico como actividad global, pues éste es sólo el pretexto, como pretexto fue el terrorismo para encarnarse contra nuestros compatriotas ilegales.

Nadie desconoce que cuando Estados Unidos se declara a favor de los Derecho Humanos (inmediatamente Amnistía Internacional lo apoya como si fuera su hermana) siempre suelta una sonrisa burlona llena de hipocresía.

Una de las condiciones del Plan Mérida es vigilar al ejército y policías de que cumplan y respeten los derechos humanos. Amnistía Internacional califica de sabotaje al Congreso por la negativa de México a aceptar esta condición. Lo que debería de hacer Aministía Internacional es cumplir su función y echarle un vistazo a Guantánamo por lo menos.

Por eso “pido un aplauso para el amor” y otro para nuestro Gobierno de México, del cual tengo a parte cosas desfavorables qué decir con respecto al narcotráfico.

Las condiciones del Senado para llevar a cabo el Plan Mérida son contraproducentes e inaceptables por México, cuyo plan se derrota por sí mimo por su falta de respeto a la democracia, ya que no contiene mecanismos de cooperación con Estados Unidos, de manera igualitaria. Y lo peor del caso que el Plan fue diseñado por el Congreso de Estados Unidos de manera unilateral sin contemplar las posiciones de Gobierno Mexicano. En otras palabras, Estados Unidos, en sus períodos de bajo nivel intelectual supuso que a cambio de una “limosna” podría intervenir abiertamente dentro de las decisiones de México.

No niego la importancia de una colaboración efectiva con el vecino país el norte en contra del crimen organizado, el cual lo reduzco a tres puntos de actividades:

1. México, correteando y cazando como conejos al crimen organizado.
2. USA, gastando su limosna en concienciar a sus chamacos para prevenirlos del consumo de drogas.
3. Que México y USA dejen de proteger a algún bando en particular del crimen organizado.




Un cortísimo cuento:

Mientras Nopalitus engullía sus alimentos, alguien tocó a su puerta. Era el vecino, Samuelas. Este le dijo:
-Oye vecino, fíjate que me he dado cuenta que tienes problemas con tus niños rebeldes. Hablando con mi mujer, decidimos ayudarte con dinero a cambio de que me dejes entrar a tu casa y decirte cómo educarlos.
-¿Y tú quién eres para venirme a decir a mí qué es lo que tengo qué hacer?
-Bueno, es que se han metido a mi terreno y están haciendo estragos a mis hijitos.
-Pues educa a tus hijitos y deja que yo me encargue de los míos. Ahora que si quieres soltarme el dinero te lo acepto a condición de que no me pongas condiciones y ni te quieras meter a mi casa, porque al rato vas a querer meterte con mi vieja como lo hiciste unas casas más abajo.
-Ejem, ejem, bueno, déjame pensarlo.
-Aunque podemos trabajar conjuntamente, si te parece. Si quieres entrar a mi casa, déjame entrar a la tuya. El problema aquí es que mis hijos venden y los tuyos consumen. ¿Quieres acabar con eso? Educa a tus hijos y evita que consuman. Así los míos no tendrán a quién venderle.
Ambos se despidieron quedando en nada. Nopalitus le dio la mano y Samuelas se la llevó espinada.


Saludos a todos.

martes, 3 de junio de 2008

Integridad Castrence

Integridad Castrense



De pronto la ciudad de Nuevo Laredo se transforma en un cuartel militar. Se colocan en puntos estratégicos que cuando uno se da cuenta es porque ya se encuentra uno rodeado de un buen número de soldados. Al primer sospechoso lo hacen orillar su auto para inspeccionarlo de arriba-abajo. Son amables, pero prestos a disparar en cualquier movimiento sospechoso que pueda ponerlos en peligro. Se trata de operativos en contra del Narcotráfico y portación ilegal de armas de fuego.

Logro entrevistar a tres de ellos. Son jóvenes. De entre 20 y 26 años. Me hablan de sus familias, del porqué el Ejército fue su única opción para estudiar y trabajar a la vez que ganar dinero.

Me hablaron de sus miedos. Miedo a que en algún enfrentamiento contra el narco, acabe con sus vidas. Miedo a que su comandante o general se venda a los narcotraficantes y los traicione. Miedo a recibir un tentador ofrecimiento económico por parte de los Zetas.
“Yo no tendría miedo de enfrentarme a los Zetas si estos no tuvieran el entrenamiento que tienen. Los fundadores de ese grupo son exmilitares mexicanos que fueron bien entrenados en el extranjero en inteligencia, comunicaciones, tácticas, desplazamiento por aire, mar y tierra. Formaron parte de las fuerzas especiales. Usan armas difíciles de conseguir en el mercado negro… hasta bazucas antitanque…”

“… y contratados por el Cartel del Golfo como sicarios, se han vuelto más violentos y diestros…”
Pero ustedes están entrenados para matar, igualmente –afirmó.

“A nosotros no se nos entrena para matar ni para hacer chingaderas. Se nos entrena para defender a la nación y a la población. Pero si para defender hay que matar, seguro que lo haremos, aunque a la postre esto ataque nuestra conciencia o nos convierta en seres violentos. Quisimos ser soldados, ahora hay que estar dispuesto a ello.”

¿Han estado ya en algún enfrentamiento?

“Yo sí. He estado en tres enfrentamientos y créame, no es nada gracioso…” –lanza una sonrisa irónica.

“Lo que más puede es que uno tenga que exponer la vida por culpa de los políticos que nos dejaron este país así, por aquellos gobernadores y procuradores que dejaron entrar por la puerta grande a los narcos.”

“Los narcos son como los gremlins, si llegan a mojarse, de él salen 10 ó 20” –sonreímos.

¿Qué opinan de esos desertores del ejército que ahora prestan sus servicios como sicarios para el narco y que formaron la organización delictiva que ahora se les conoce como los Zetas?”
“Que son unos pendejos” –dijo uno sin morderse la lengua.

“Si, eso –confirmó el de al lado.- ¿Si los más poderosos, como Oziel Cárdenas que los contrató como su escolta y grupo de ajuste de cuentas, cayó… qué no van a caer ellos? Ya ve, la carrera delictiva no dura mucho tiempo. Y yo prefiero servir a mi país aunque se me pague poco, pero vivir tranquilo con mi familia y no llevar una vida de persecución. Habrá quienes acepten traicionar al Ejército y a su patria ante la disyuntiva de venderse al narco o morir enfrentándolos. Ojalá y mis demás compañeros soldados, así como todo civil, opte por preservar los buenos principios.”

El tercero guardó silencio.
Nos despedimos con la esperanza de que esta lucha contra la delincuencia organizada termine pronto para beneficio de la tranquilidad e integridad de nuestras familias.

Motor de Búsqueda Sinopsis

Búsqueda personalizada