jueves, 2 de abril de 2009

Maxima Velocidad




Máxima velocidad.

Por: Anselmo Bautista López

Cada vez que me voy a la cama a descansar, éste se convierte en un silencioso y placentero vehículo planetario cuya velocidad no logro sentir.

No trato de narrarles un sueño ni siquiera una pequeña historia sacada de mi imaginación. Pero tanto Usted y yo y cualquier otro, así como los animales y las planta, las piedras y todo objeto inanimado por más quietos que parezcamos siempre estamos en constante movimiento.

Mikołaj Kopernik (Nicolás Copérnico, para los cuates y para los que no hablen polaco) dejó dicho en su obra "De revolutionibus orbium coelestium" (de las revoluciones de las esferas celestes, para los que no hablen latín) que:

“Orbitando el Sol, en orden, se encuentran Mercurio, Venus, la Tierra y la Luna, Marte, Júpiter, Saturno”

Ahora ya saben de lo que hablo. Aunque parezca increíble, la Tierra rota sobre su mismo eje a una velocidad de 1,000 kilómetros por hora, inclinada un poco más de 23 grados. Esto para los que se encuentran en los países Mediterráneos, porque los que están en el Ecuador o cerca de él, viajan un poco más rápido, o sea a 1,667 kilómetros por hora.

Ahí está, viajamos a esa velocidad sin siquiera mover nuestros pies. Será mejor que a partir de ahora prepares una aspirina y te agarres bien a las cobijas porque nuestro viaje cósmico apenas empieza.

La Tierra se desplaza en el espacio alrededor del Sol. ¿Ya lo sabias no? Pero por si las dudas aún no estás enterado, la Tierra tiene un movimiento llamado de Traslación, que consiste en darle vueltas al Sol. Y lo hace a la nada despreciable velocidad de 107.228 kilómetros por hora.

Si aún sigues en la cama será mejor que te sujetes de algo firme antes de que salgas disparado, porque nuestro querido señor Sol, que todas las mañanas entra por mi ventana, tampoco está quietecito que digamos.

Éste va disparado a una velocidad de 790,000 kilómetros por hora y lo hace en dirección al centro de nuestra Vía La

ctea. En otras palabras, derechito al Agujero Negro que ahí se encuentra para ser absorbidos por el niño que succiona amamantándose al otro lado.

Significa que nuestro sistema solar dan una vuelta completita a la Vía Láctea como los caballitos de la feria en 200 millones de años. Por ahora se ha completado un cuarto de vuelta desde que el meteorito les cayó en la cabeza a los dinosaurios, o sea hace unos 65 millones de años.

Aquí no acaba la cosa, y la verdad, yo que escribo esto, ya me siento un poco mareado. Parece que la velocidad de la vía láctea tiende a incrementarse constantemente, como si Galileo la dejara caer desde lo alto de la Torre de Pisa y alcanzara la velocidad de 900,000 kilómetros por hora, arrastrando a la misma todo nuestro sistema Solar.

¿Hacia dónde vamos que nos vuela la greña? Pues por lo pronto, nada menos que al centro de los masivos cúmulos de la constelación de Virgo, el cual se encamina hacia una masa mayor llamado Acuario a la imperceptible velocidad de 1.400,000 kilómetros por hora, que es finalmente la velocidad a la que nos movemos mientras dormimos.

Pero no se espante. En realidad esta velocidad no es nada, ni es suficiente para que termine desintegrado bajo sus cobijas. Para que eso suceda, necesitaría viajar a 1.079,224,000 kilómetros por hora, osease a la velocidad de la Luz.

De cualquier modo, antes de meterse a la cama asegúrese de tener a la mano su licencia de conducir, no sea que lo infraccionen.



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