Demasiado tarde.
Por: Anselmo Bautista López.
Una de las deficiencias apocalípticas del mexicano (excelentemente bien aprovechadas por otros) es la costumbre de llegar siempre tarde. Por llegar siempre tarde me refiero tanto en sentido literal; y de manera subjetiva al hecho de no entender las cosas “al vuelo” sino hasta que ocurren.
Quiero empezar de menos a más, por decirlo de alguna manera.
PRIMERO: Hubo una temporada en que algunos dialers de autos en Mesa, Arizona, facilitaron el acceso del autofinanciamiento a inmigrantes ilegales. Muchos de ellos se hicieron de autos del año o recientes. Todos sabemos del gusto por la morosidad de pago de los mexicanos. Conociendo esto los dialers diseñaron el contrato en el cual establecía que en la primera mensualidad que se dejara de pagar, el auto podría ser recogido sin previo aviso y sin devolución de ningún efectivo por ningún concepto quedando cancelado y sin ningún efecto el contrato. Muy caro les costó a muchos el gusto de manejar un auto del año. Y los que iban al corriente de pronto les cayó la migra. Demasiado tarde.
SEGUNDO: Después se vino una campaña agresiva para hacerse de su propia casa donde ilegales resultaron ser asesores de crédito ofreciendo las casas a otros ilegales. Como requisitos únicamente necesitaban una identificación cualquiera como la consular, o la credencial de elector del IFE. ¿Raro, no? De la demás papelería las oficinas se encargarían de elaborarla. Muchos le entraron, dieron su enganche. La casa por la que aplicaban no correspondía a la ofrecida. Otros perdieron su enganche. Otros la canjearon por “trailas”. Como es obvio, algo andaba mal. ¿Por qué de pronto se abrieron las puertas fácilmente a los ilegales? Abrir una cuenta en Wells Fargo eran tan simple como ir y pararse ahí mismo, pero a la hora de cancelar la cuenta y retirar los ahorritos pues no más no se podía si no se presentaba una identificación oficial. Demasiado tarde.
TERCERO: A muchos ilegales mexicanos no les ha caído el veinte de que tarde o temprano tendrán que regresar a su tierra. Al parecer migración de Estados Unidos implementará retenes de revisión de documentos a unos metros antes de abandonar el país. Quienes no demuestren su legal permanencia serán arrestados, se les decomisarán las pertenencias que lleven consigo, se les abrirá proceso, se les aplicará una pena y luego serán deportados. Para entonces habrá sido demasiado tarde.
CUARTO: Desde hace varias semanas la Unión Europea y los asiáticos ya veían venir el cañonazo que salió de Wall Street, que está poniendo a temblar a todo mundo. Sin embargo, nuestro modorro Secretario de Economía Mexicano, Gerardo Ruiz, demostró hace una semana andar en las tinieblas, lo cual se corrobora al respecto con sus propias palabras dignas de quedar registradas para la posteridad:
“Tomar medidas extraordinarias será anticiparnos a algo que todavía no pasa”.
¡Bravo! Eso es estar ecuánime e informado. Sobre todo nos demuestra su alto nivel de percepción para ver venir las olas antes de que aparezcan. Seguro que a este lo revuelca un tsunami y después de una semana de muerto se da cuenta de lo que pasó. Demasiado tarde.
QUINTO: La lucha contra el narcotráfico por vía de las armas traerá consecuencias (ojalá y me equivoque) nada agradables para los ciudadanos comunes. Capturando criminales, incautándoles droga y armas, no los debilitará, antes bien creará rupturas y fomentará con ello el nacimiento de nuevos grupos aún más violentos. Si el dinero representa el poder del narcotráfico, al bloquearles sus rutas de distribución y darles fuertes golpes a su producto, dinero y armas, seguramente se ensañarán con el ciudadano común con más extorsiones, secuestros y otras modalidades que les hagan llegar dinero rápido y efectivo. Al narcotráfico se le debe atacar también y conjuntamente desde otras trincheras: educación, fuentes de trabajo, leyes fiscales que impulsen el crecimiento y permitan la rotación y fluidez de dinero; depuración eficiente de la policía y armamento; investigación de los actores políticos, diputados y senadores y funcionarios públicos a través de Asuntos Internos para evitar la anticonstitucionalidad, entre otros. Pero cuando los 3 gobiernos (federal, estatal y municipal) se den cuenta que es urgente su participación para atacar al narcotráfico desde varias trincheras, será demasiado tarde.
SEXTO: Aún no está listo el dictamen que las comisiones del Senado tienen que elaborar a partir de los diferentes proyectos de reforma petrolera. No son pocos los temas que deben tomar en cuenta, pero con la crisis mundial es muy probable que los legisladores estén temblando atemorizados para aprobar algo de esa magnitud y lo más seguro es que la dejen para después cuando ahora mismo es de urgencia vital que hagan algo al respecto antes de que el precio del petróleo caiga sin cesar. Lo que pudo ser un proyecto exitoso si las buenas voluntades se hubiesen impuesto ahora parece que será algo lejano por la escasez de capitales en el mundo, falta de crédito e inversiones menguadas. La “weva” de nuestros políticos y la de nuestro Secretario de Economía Mexicano para informarse y estar al tanto de las hostiles olas la vamos a pagar todos los mexicanos de escasos recursos: menos empleos, educación inadmisible aunado a la sinrazón docente, niveles de bienestar por debajo de lo bajo, servicios de salud para terminar de morirse. La eficiencia en PEMEX no aumentará incluyendo al Poder Legislativo en el Consejo de Administración ni que el director sea ratificado por las dos terceras partes del Congreso y tampoco si no se toca al Sindicato, antes bien lo llevarían de plano a la ruina total como naturales carroñeros. Cuando se den cuenta de esto, será demasiado tarde.
SEPTIMO: Cuando la sociedad se de cuenta que todo empieza con la orientación y educación del infante; cuando los maestros se den cuenta que tienen en sus manos la mayor de las responsabilidades que es la preparación intelectual en beneficio del futuro de los niños y jóvenes incluyendo en sus cátedras mensajes positivos, cívicos y éticos (lo cual vemos que son el ejemplo de todo menos lo que deberían ser); cuando los funcionarios públicos dejen de hacer sus tranzas para no aplicar la ley; cuando diputados y senadores trabajen para el bienestar y el desarrollo social, económico e intelectual del pueblo; cuando los sectores de poder como el Congreso y hasta ciertos gobernadores dejen de apostar a un debilitamiento del Ejecutivo Federal para su propio beneficio; cuando nosotros, ciudadanos en general, nos demos cuenta que debemos respetar y exigir que se respeten las leyes. Cuando todos nos demos cuenta que debemos predicar con el ejemplo y ponernos a trabajar en cosas productivas y positivas para construir un futuro digno para todos, seguramente será demasiado tarde.
OCTAVO: El Presidente Felipe Calderón tiene en este momento la gran oportunidad para dar la cara y plantear un nuevo rumbo marcado por una política diferente Tiene las armas e instrumentos políticos y económicos para fortalecer los programas sociales más importantes que conlleven a consolidar las instituciones y de paso llevar al aislamiento a los grupos desestabilizadores; debe volcar las expectativas hacia la política interna, al mercado nacional. Como todo, se trata de una cuestión de percepción. Habrá afectaciones que no se pueden ocultar ni detener de pronto, por ejemplo: la baja de las remesas de nuestros paisanos; un aumento de escasez de trabajo contemplando que se viene un torbellino de paisanos que regresarán a sus tierras desde el país del norte; el alza en los siguientes meses de algunas tasas de interés para distintos servicios; un aumento de precios controlado pero significativo para el bolsillo; la caída de las exportaciones y del precio del crudo que ahora debería representar una vergüenza para aquellos que se dieron el lujo de perder todo un año en debates inútiles en el Congreso sobre el futuro del petróleo. Ahora, no sólo Calderón, sino todos los gobernadores, tienen la gran oportunidad de convertir esta crisis en oportunidad ajustando una serie de desequilibrios acumulados en los últimos años, apostando al mercado interno y a la inversión en infraestructura principalmente imponiendo condiciones diferentes que hagan mucho más suave el tránsito por el tsunami financiero. Son muchos desafíos que el Presidente debe atender de inmediato: la seguridad; la política de debilitamiento; los intentos desestabilizadores como se muestran con claridad en Morelos y el DF; a la crisis de algunos partidos y a la falta de credulidad de la ciudadanía que va en aumento respecto a todos los actores políticos. Debe responder a todos estos desafíos formando un equipo leal, abierto, operativo con el cual pueda aplicar con mayor y mejor expresión política la camisa de fuerza que se requiere para todos esos actores de la desestabilización de tal suerte que pueda ejercer su responsabilidad con decisión y mayor margen de maniobra y con más contundencia política. No es incongruente que los partidos políticos deban convertirse en partidos competitivos y dejar que el gobierno haga su tarea, sobretodo el PAN que no ha comprendido que es un partido en el poder. Si Calderón deja pasar esta oportunidad, será demasiado tarde.
Y aquí dejo este texto porque tengo otras cosas que atender y ya es demasiado tarde.
Hasta la próxima.
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Libre de virus, libre de chingaderas.
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