Y hablando de crimen organizado

Y hablando de crimen organizado.
Por: Anselmo Bautista López.


Uno de los primeros pasos que tiene que hacer efectivo el Gobierno Federal en su lucha contra el crimen organizado es agarrar la escoba y barrer las instituciones encargadas del orden y la seguridad.

Que no se tenga control sobre la delincuencia tiene sus razones. El colmo es que tampoco se tenga control sobre la policía especializada en combatirlo. Evidentemente las cosas no andan bien en casa.

¿Qué es eso de que un cuerpo de élite se insubordine? Un centenar de policías de la Agencia Federal de Investigación (AFI por sus siglas en español) marcharon en protesta de una medida administrativa; agentes que no son burócratas normales manifestaron sus inconformidades en las calles con pancartas. El cuerpo selecto que tiene el Estado para reducir hasta desaparecer a la delincuencia más pesada pide la intervención de diputados y senadores para evitar ser incorporados a la Federal Preventiva. Ese es todo su relajo, toda su inconformidad: evitar ser incorporados a la Federal Preventiva.

Esto es una señal de desorden, de descontrol, de insubordinación y falta de mando que no se puede permitir.

Por otro lado, al secretario de Seguridad Pública se le dificulta expresar lo que piensa en tanto sus subsecretarios lo contradicen en público. Corre la versión de que cada vez es más fuerte la mala relación que tiene con el secretario de Defensa y con el titular de la PGR. Hágame usted el favor. ¿No se acaba de firmar un acuerdo donde todas las corporaciones federales y de gobiernos locales se coordinarían para hacer frente al crimen organizado? Que por cierto, dicho acuerdo no fue otra cosa que ratificar el acuerdo de compromiso que ya se había elaborado hace algunos años.

En estas condiciones la confianza en el ámbito de seguridad es desalentadora. Calderón, a pesar de tener bien claro lo que hay que hacer, no puede dar lucha efectiva contra el crimen organizado con esta clase no idónea de elementos.

Tal vez por ello, el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, dio el mensaje verdadero (pero equivocado) ante los diputados que el Gobierno no puede garantizar la seguridad de los ciudadanos.

Los ciudadanos no necesitamos que nos repitan lo que ya sabemos. No necesitan decirnos que las policías están infiltradas por el narco y otros delincuentes como los secuestradores. Lo que queremos es ver que cada uno asuma su papel, su responsabilidad y que nos den respuestas alentadoras y cuantificables. De otra manera, los ciudadanos comunes debemos remitirnos a la frase de Alejandro Marti, de que renuncien los que no puedan con su cargo.

Así que el primero en renunciar a la Secretaría de Gobernación sería Mouriño por dar un mensaje de incompetencia, de claudicación, de vencido. Personaje obsoleto cuyo cargo flota en el espacio como avioncito de papel, sin conexión alguna con las fuerzas públicas y ni siquiera con las del Ejecutivo. Aún sigue noqueado por López Obrador.

Tanto los inconformes elementos de la AFI así como los maestros inconformes de Morelos, no poseen argumentos válidos en sus protestas. Los primeros por negarse a formar parte de la Federal Preventiva; los segundo, en su rechazo de Alianza por la Calidad de la Educación, que en otras palabras, se niegan a abandonar la vieja, repugnante y corrupta práctica de heredar o negociar su plaza a quien se le antoje.
Estos hechos nos dejan un mensaje brutalmente negativo: cada quien hace lo que quiere que al fin y al cabo la autoridad no actúa.

¿Por qué se permiten estos desmanes? Los maestros han tomado la carretera de Cuernavaca, la cierran cuando quieren, se congregan en el DF y a patadas se meten a la SEP, bloquean Gobernación y de cabeza al centro de la ciudad. Y por si fuera poco, reciben su sueldo secuestrando las instalaciones escolares, paralizando las clases, sin que exista un derecho que los asista Y nada pasa.

Es un violento jarabe tapatío que los irracionales bailan sobre el sombrero de la ley y del resto de los ciudadanos. Es otro crimen más contra el país. Es un crimen al Estado de Derecho que los maestros no hayan podido acreditar un examen de conocimientos básicos; es un crimen que los maestros inconformes con la Alianza, no quieran que las plazas vacantes y disponibles en el magisterio sean sometidas a un concurso de acreditación en el cual sólo entren los mejores.

Es una ironía que los encargados de transmitir el conocimiento, los que se suponen deben llevar el estandarte de la ética, la responsabilidad, el buen juicio y la sabiduría, se comporten de la manera más retrógrada y dañina para los niños y jóvenes. ¿O es que los disidentes líderes sindicales de la educación sólo quieren encarecer la negociación política con el gobierno federal de cara a las candidaturas al Congreso en las elecciones del próximo año? ¿O quieren golpear a la sólida integrante del gabinete presidencial, Josefina Vázquez Mota?

Sean las subterráneas intenciones de este movimiento plagado de ilegalidad es evidente que debe ser detenido antes de que tome dimensiones imparables. Ya que este movimiento anti Alianza, cuenta con el respaldo de los ultra del magisterio que son miembros del CNTE y por otro lado, el PRD, que a mi juicio ya no tiene ninguna posibilidad presidencial en las siguientes elecciones, acordó su apoyo a esta lucha contra la Alianza.

PRD y CNTE se han colocado del lado de aquellos que sólo quieren lastimar al país.
Siempre que el Estado hace algo positivo por los ciudadanos, también saltan grupos de oposición. En este caso se trata de recuperar el control y la calidad del aparato educativo. ¿Qué hace ahí el PRD? ¿A caso quiere defender la propiedad privada de las plazas del magisterio que los maestros han venido gozando de manera corrupta para que se sigan heredando a los hijos, sobrinos, novias, concubinas o de plano se sigan vendiendo? ¿Cómo es posible que exista un sistema de financiamiento para adquirir una plaza de maestro en pagos chiquitos en acuerdo con la organización gremial y sus beneficiarios?

Eso se tiene que abolir. De ahí la Alianza en acuerdo con el sindicato representado por Elba Esther Gordillo.

Cualquier otro argumento de los maestros disidentes en contra de la Alianza, estará fuera de todo contexto, raciocinio y legalidad.

¿Por qué hemos de contratar a maestros que no aprueban un examen mínimo de conocimientos? ¿Por qué permitir que esa bola de chantajistas políticos continúe haciendo daño a más generaciones de mexicanos? ¿Por qué dejar nuestras escuelas en manos de maestros que no son maestros sólo para aplicar prácticas excluyentes y discriminatorias?

La Alianza por la Calidad de la Educación no es únicamente la iniciativa de la autoridad educativa sino que es el producto de la exigencia de millones de padres de familia que apuestan a un mejor nivel escolar que ofrezca a sus hijos la posibilidad futura de ejercer sus derechos, la oportunidad y derecho a vivir en un país democrático y próspero, a integrarse a la movilidad social, a obtener mejores ingresos, y ser protagonistas positivos de la historia.

Esta actitud de seudomaestros es otro crimen contra el país.


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